Psicología Tomo I CEPRUNSA I Fase-2022

TEORIAS PSICOLOGICAS 

CLASICAS

La Psicología se ha ido construyendo sobre décadas de investigación sobre la conducta y los procesos mentales, con lo cual es fácil perderse entre tantos enfoques y conceptos que no se pueden entender sin entender las teorías en las que se enmarcan.

Las distintas teorías psicológicas intentan describir distintos aspectos importantes sobre nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestro desarrollo cognitivo y nuestras motivaciones, entre otras muchas cuestiones.

Las principales teorías psicológicas que se han considerado:

TEORIA DEL PSICOANALISIS DE SIGMUND FREUD

El medico Sigmund Freud de Viena, desarrolló la teoría psicoanalítica, considera en su teoría, que 

el ser humano, se mueve por impulsos de sí mismos, que no son buenos ni malos y estas son las fuerzas psicológicas inconscientes que afectan fuertemente al pensamiento humano y se originan en las emociones de la niñez y su influencia dura toda la vida.

El comportamiento o conducta de un ser humano es el resultado de fuerzas psicológicas que operan desde adentro del individuo.

Su denominación como psicoanalítico se debe por la insistencia de Freud, al analizar las fuerzas y 

conflictos (psíquicos) internos profundos.

La idea central en el centro del psicoanálisis es la creencia de que todas las personas poseen pensamientos, sentimientos, deseos y recuerdos inconscientes.

3.- LA ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD (ELLO, YO, SUPER YÓ). 

a. El ello. Equivale al inconsciente de la teoría tópica. es la sede de los instintos, busca la satisfacción inmediata del deseo de acuerdo con el principio del placer, es amoral y egoísta porque no distingue entre el bien y el mal y sólo busca la propia satisfacción, sin tener en cuenta la realidad. 

b. El yo. Representa a la razón; surgida del contacto con el mundo externo, de las operaciones conscientes como la percepción, pensamiento, juicio, actos voluntarios, etc., y operaciones inconscientes como la represión de los instintos y el control de los mecanismos defensivos. 

Su propósito no es impedir que el ello satisfaga sus impulsos, sino ayudarlo a obtener la anhelada 

reducción de la tensión. Por estar consciente de la realidad, el yo decide cuando y como pueden satisfacerse mejor los instintos.

c. El superyó. Representa a la conciencia moral. En su papel de árbitro de la moralidad, el superyó es implacable, incluso cruel, en su búsqueda de la perfección moral. 

Su propósito no es la mera posposición de las exigencias del ello, de búsqueda del placer, como lo hace el yo, sino su completa inhibición, sobre todo de las que se vinculan con el sexo y la agresión.